Sabiendo que era la primera vez que iban a separarse desde que se habían casado,miley no pudo contenerse. Lo besó con todo el amor que sentía por él y encendió la pasión que nunca estaba lejos. Si nick se sorprendió, no le duró mucho; porque enseguida se dejó llevar con el mismo amor que sentía por ella.
Cuando se separaron un momento después, ninguno de los dos tenía interés en comer.
—No sé tú, pero yo en este momento no tengo ningún apetito —susurró nick en tono sensual.
miley le acarició los labios.
—Pensé que tendrías hambre. Tengo una fuente en el horno —le dijo mientras lo miraba con sensualidad.
Él sonrió también, pero fue incapaz de disimular el ardor de su mirada.
—Tengo hambre... pero de ti. Vayámonos a la cama —le sugirió.
Y antes de darle la oportunidad de decir nada más, la levantó en brazos y subieron al dormitorio.
Una vez allí se desnudaron con una urgencia alimentada por un deseo ardiente y se tiraron en la cama. Como los dos sabían que esa noche iba a tener que durarles hasta que volviera nick, las caricias y los besos de miley fueron aún más apasionados. Quería demostrarle sin palabras cuánto lo amaba, y el resultado fue espléndido. Con la sensibilidad a flor de piel, en el dormitorio sólo se oían sus suspiros y jadeos de placer.
En ese momento no existía nada más en el mundo salvo ellos dos, enredados en el abrazo de sus cuerpos calientes y sudorosos. Sus alientos ardientes se mezclaban mientras subía la temperatura de los besos, cada vez más eróticos, y un deseo intenso dominaba todos sus movimientos. El apetito era demasiado intenso como para que durara mucho tiempo. Y guiados por una necesidad profunda, sus cuerpos se unieron, encajando a la perfección, y empezaron a moverse como un solo ser hacia el momento de liberación más deseado. Llegó con una explosión de sensaciones que los trasportaron entre gemidos de placer a un espacio sólo conocido por los amantes.
Bastante rato después, cuando el pulso volvió a ser normal, regresaron de nuevo a la realidad. miley se volvió hacia nick sin separarse de él y lo abrazó con fuerza, sabiendo que esa semana se le iba a hacer eterna.
Sintiéndose de pronto triste, se acurrucó junto a él y cerró los ojos.
—Ojalá no tuvieras que marcharte —suspiró ella.
Él le dio un beso en la cabeza.
—Yo también preferiría quedarme, pero sólo será una semana. Se pasará enseguida, amore. Después de eso, tenemos toda la vida por delante.
Sus palabras la consolaron como ninguna otra cosa.
—Mmm... toda una vida por delante... —murmuró ella, bostezando.
Una semana no era nada, se dijo miley; sólo eran tonterías suyas.
Su intención no había sido quedarse dormida, pero después de hacer el amor y de un día tan ajetreado, cayó rendida. Momentos después, nick siguió su ejemplo.
wowowwowowow me encanto
ResponderEliminarojala no pase nada malo en esa semana