nileylove

nileylove
true love

domingo, 18 de septiembre de 2011

PRIVATE INVESTIGATION CAP 18

QUIERIDAS LECTORAS Y QUERIDAS SISTERS HERMOSAS AQUI LES DEJO OTRO CAP :D LAS EXTRAÑO DEMASIADOOOOOOO Y LAS QUIERO UN MONTON, BESITOS.





Nick yacía en ese estado entre el sueño y la vigi­lia, sintiendo el calor del cuerpo femenino arre­bujado contra el suyo. Miley se movió a su lado. Él giró la cabeza con gesto perezoso y la observó con párpados entornados mientras con cuidado ella se apartaba y se levantaba de la cama. Con un movimiento, se puso la camiseta. Pero Nick disfru­tó de la contemplación del trasero redondo mien­tras recogía los pantalones cortos y el bolso y se dirigía hacia el cuarto de baño.

—¿Vas a alguna parte?

El sobresalto de miley a punto estuvo de ha­cer que se golpeara la cabeza con el techo. Se vol­vió para mirarlo.

—¿Tienes que hacer eso?

—¿Qué? —enarcó una ceja.

—¿Asustarme a cada oportunidad que se te presenta?

—En todas —su sonrisa se amplió.

Ella murmuró algo y cerró la puerta del cuarto de baño a su espalda. A Nick le resultó imposible ocupar los pensamientos en otra cosa que no fue­ra el sonido del agua de la ducha. Pero aunque había conseguido una apertura sexual de miley , sospechaba que una conexión más emocional re­queriría mucho más esfuerzo. Se llevó la almohada de ella a la cara e inhaló su fragancia.

Se obligó a dejar la almohada del otro lado de la cama justo a tiempo de ver cómo ella lo obser­vaba desde el cuarto de baño.

—¿Qué haces? —preguntó miley, con el cepi­llo para el pelo paralizado sobre su cabeza.

—Tratar de asfixiarme. ¿Por qué? ¿Te molesta­ría? —se pasó la mano por la cara—. ¿Qué les pasa a las mujeres que siempre adoptan esa acti­tud silenciosa y contemplativa después del sexo?

Miley lo miró boquiabierta mientras trataba de encontrar una reacción que encajara con las emociones que aletearon por su hermosa cara.

—¿Qué les pasa a los hombres que después del sexo tienen que meter en un único grupo a todas las mujeres con las que se han acostado?

—Mierda —murmuró Nick apartando la sábana. Se lo tenía merecido. Si ella lo hubiera compa­rado con otro, en especial después del sexo, tam­bién se habría sentido herido. Se puso unos va­queros y se dirigió descalzo a la puerta del cuarto de baño. Se apoyó en el umbral y la observó—. Lo siento.

—¿Eh? —aumentó la potencia del secador de pelo—. No puedo oírte.

Él apartó de la oreja de ella la mano que soste­nía el aparato y gritó:

—Lo siento.

—Ya puedes repetirlo —hizo una mueca.

Nick cruzó los brazos y la contempló hasta que creyó que se freiría el pelo. Al final tuvo que apa­gar el maldito aparato. Pero siguió sin prestarle atención mientras enfundaba la pistola en la car­tuchera.

—¿Piensas volver a hablarme? —quiso saber él.

Ella se encogió de hombros con gesto petulante.

—Todavía no lo he decidido.

Le quitó el cepillo de la mano y fue a su lado para cepillarle el pelo. Ella se lo arrebató, pero in­cluso ese gesto irritado era mejor que ninguno.

Intentó pasar por delante de él, pero nick le bloqueó la puerta. Miley puso los ojos en blanco y lo miró. Se dio cuenta de que había cambiado la camiseta y los pantalones cortos por un vestido rojo que la ceñía en todos los sitios adecuados.

—¿Adonde vas? —preguntó mientras jugaba con un bucle suelto.

—Fuera —repuso mirando con expresión ávi­da el movimiento al tiempo que se humedecía los labios.

—Eso lo he adivinado —rió entre dientes—. ¿Adonde?

Miley se escabulló por debajo de su brazo y Nick la siguió a la habitación. Ella se sentó en la cama y comenzó a hurgar en el bolso hasta sacar primero una sandalia de tiras y luego una segun­da. Otro par de zapatos que le torturaría los pies.

—He pensado en volver a la tienda de empe­ño. No llegué a ver qué hacía allí Nicole.

—Está cerrada.

—Abre hasta las ocho —sonrió—. Pero buen intento.

Él se encogió de hombros y sacó el polo que siempre guardaba con los vaqueros.

—Iré contigo.

Miley se levantó de la cama, probó las sanda­lias y luego recogió su bolso. Él hizo una mueca al ver cómo trataba de introducir la nueve milí­metros en el pequeño bolso que evidentemente no llevaba casi nada.

—¿Te parece una buena idea? No querrás que eso se dispare por accidente, ¿verdad?

—No te preocupes —le sonrió y pasó por de­lante—. Si lo hace y tú resultas herido, habrá sido adrede —abrió la puerta y se apoyó en ella—. ¿Vienes o qué?



Miley se hallaba ante el mostrador polvorien­to de la tienda de empeño; de vez en cuando mi­raba hacia el sucio escaparate y la calle. Había anochecido y la oscuridad había cubierto las cica­trices más pequeñas de la ciudad y proyectado una cualidad mística, casi sentimental, sobre las más grandes.

Miró a nick, que contemplaba embobado los re­lojes de hombre en un mostrador detrás de ella.

—Es un Rolex —lo oyó murmurar—. Uno au­téntico.

—Así es, mi buen hombre. ¿Quiere echar un vistazo más de cerca? —preguntó una voz desde el fondo.

Miley se movió de un pie a otro mientras el propietario que había conocido en su visita pre­via salía y se dirigía hacia Nick  y no hacia ella. Tam­borileó con los dedos sobre el cristal rayado del mostrador y esperó. Suspiró y se echó el pelo de­trás de la oreja, a punto de decir algo, cuando Nick  se volvió con algo que no era un reloj en la mano.

Cruzó para situarse frente a él, sin apartar la vista de la caja decorada que sostenía. Medía unos veintidós centímetros, por diez y por diez, y el exterior se veía cubierto de terciopelo rojo, con unas joyas semipreciosas fijadas en un patrón bo­nito a lo largo de los costados y la tapa. La abrió.

—¿Es esto? —preguntó miley—. ¿Es lo que vendió Nicole?

El tipo detrás del mostrador cruzó los brazos.

—Junto con los otros dos juegos de plata que usted vio ayer. Nadie quiere plata con las iniciales de otra persona. Aún no he tenido tiempo de eva­luar las piezas, de modo que lo que ve está exac­tamente tal como ella lo dejó.

Miley tocó un collar que parecía de diaman­tes enormes montados en oro, luego lo sacó. No era una profesional consumada, pero le pareció extraño que Nicole hubiera elegido una tienda de empeño para joyas de ese tipo. ¿No habría sido más adecuado una joyería?

—No son verdaderos —señaló el dueño—. Circonitas de extraordinaria calidad.

—Oh —miley se acaloró.

Nick le pasó la caja y se volvió para regatear con el dueño el precio del lote entero. Ella regre­só con gesto distraído al sitio que había ocupado antes y repasó el contenido de la caja. Sobre el terciopelo rojo había varias piezas, una más boni­ta que la otra. Miró por el escaparate, dándose cuenta de que Nick y ella quedaban claramente perfilados en la brillante luz interior. Un taxi se detuvo en la acera de enfrente y la puerta de atrás se abrió. Miley se acercó a la ventana y pri­mero vio la pierna de una mujer, luego el resto.

El corazón le dio un vuelco. La hermana de Nicole.

Agarró con fuerza la caja, se dirigió hacia la puerta y se detuvo cuando los ojos de ambas se encontraron. Miley agradeció su presencia. Una vez recuperados los objetos que Nicole le había extraído y pudiendo informar de que la había vis­to, quizá le pagara.

Pero en vez de ir hacia ella, tal como cabía es­perar, Clarise volvió a meterse en el taxi para de­saparecer de vista.

—Santo cielo.

Miley corrió a la calle, vio que el vehículo gira­ba por la primera esquina y volvió a entrar para ver que nick aún regateaba por el precio de la caja.

—¡Vamos! —lo aferró del brazo y trató de arrastrarlo hacia la puerta—. ¡Deprisa!

—Eh, no van a ir a ninguna parte hasta que no suelten la caja o el dinero —dijo el propietario.

Nick sacó un puñado de billetes del bolsillo de atrás y los plantó en el mostrador antes de que miley se lo llevara a la calle.

—Sigue tirando de mí de esa manera y te vol­verás para descubrir que sostienes un brazo sin nada detrás.


4 comentarios:

  1. :O!!!!!!!!!!!! Me encanto, lo ame, lo adore!!!!!
    Whoaaaaaaaaa!!! demasiado bueno el cap, muero por el siguiente ;)

    ResponderEliminar
  2. aaah! kiiero el siguiente! el siguiente jeje! pliis? =( (con carita de perrito a medio morir) jaja xD
    espero el cap!
    lo ammeeee!
    aaah! jeje amoo esta nove! y tu solo me tienes en agonia cada vez que no hay capi jaja!
    kuidathe chik!
    TKM

    ResponderEliminar
  3. OOWW SIIS TE EXTRAÑÑOO MUXIOOO CASI LLORO POR TII NENIIXXX

    ResponderEliminar
  4. je adore tu novela je aime , sube otrame encantan y te queremos muchooooo!!!!!!!!!!!!!!!

    ResponderEliminar