—Al menos se moverá más deprisa que tú —lo miró—.Vamos, jonas, al coche.
Cuando al fin siguieron el camino del taxi, él la miró.
—¿Tienes idea de cuánto tuve que pagarle a ese tipo?
—Olvida eso —cortó—. Mi cliente está... — miraba por cada calle que cruzaban—. ¡Ahí! ¡Retrocede, retrocede! Gira por ahí.
—¿Tu cliente?
Ella asintió con énfasis y aferró la caja como si en ello le fuera la vida. Nick suspiró, pisó el freno, dio marcha atrás y luego giró.
—No me lo cuentes. ¿También huye de ti?
—Ahórrate los sarcasmos —lo miró exasperada—. Hemos de alcanzarla.
—¿Y entonces qué?
Miley parpadeó; aún no había ido tan lejos en sus planes.
—Preguntarle por qué huye de mí, desde luego.
—Y recuperar el dinero que acabo de dar por esas piezas sin valor que tienes en las manos.
Miley miró la caja en cuestión. Pasó la mano por encima, luego abrió la tapa. ¿Por qué Clarise Bennett iba a tomarse tantas molestias en buscar unas cuantas joyas falsas? ¿Y qué querían los hombres del FBI, siempre que pertenecieran al FBI, con las piezas?
—Esto no me gusta —Nick musitó las palabras que ella pensaba—. Algo no encaja —el taxi que tenían por delante giró a la derecha cerca del río.
—¡Deprisa! ¡No la pierdas!
Él soltó un juramento y luego realizó el giro. Miley parpadeó y contempló la gigantesca pirámide de cristal a la que se acercaban, con los últimos rayos del sol reflejándose en su estructura como si fuera una aberración mística situada entre las riberas del Mississippi y del horizonte moderno de la ciudad.
—Dios, va a la Pirámide.
—Es un poco tarde para ver la exposición egipcia, ¿no crees?
—Es un lugar público. Nelson me dijo que siempre buscan un lugar público. Es mucho más fácil perderse en una marea de personas —oteó las escaleras que conducían a la entrada mientras Nick seguía al taxi. Las puertas de salida laterales de la Pirámide se abrieron y la gente comenzó a salir.
—¿Quién diablos es Nelson? —inquirió nick.
—¿Eh?
—Acabas de decir que Nelson te dijo que siempre buscan un lugar público.
Ella aferró la caja y agitó una mano.
—Nelson Polk. Es, mmm, un amigo —ese no era el momento ni el lugar para entrar en detalles sobre quién era Nelson—. El taxi ha parado.
Nick se detuvo en el sitio que acababa de dejar libre el taxi y miley bajó y corrió tras Clarise con toda la velocidad que le permitían los tacones de diez centímetros. Que no era mucha. Chocó con una persona y luego con otra mientras salían del edificio. Jadeando, miró atrás para ver a Nick discutir con un guardia. Chocó de lleno con una mujer a la que a punto estuvo de tirar al suelo.
—Lo siento —se disculpó, continuando con su aproximación a una entrada que parecía alejarse cada vez más.
Cuando al final llegó a la puerta, un guardia la frenó.
—La Pirámide está cerrando —anunció, mirándola.
Miley lo observó con exasperación jadeante.
—Me dejé el bolso dentro —ofreció a modo de explicación—. Por favor. Solo tardaré unos segundos. Sé dónde está —la excusa funcionaba. Bueno, al menos hasta que el hombre vio el bolso que trataba de esconder a la espalda.
—Buen intento, señora —le sonrió—. No puedo dejarla pasar.
Miley tuvo ganas de manifestarse con una pataleta. Clarise había entrado hacía menos de dos segundos y no daba la impresión de haber tenido problemas.
—¿Sucede algo? —nick apareció a su lado y miró al guardia que aún la sujetaba por el brazo.
El otro la soltó.
—No puede pasar.
Miley observó a nick sacar pecho, a pesar de que el guardia debía superarlo en cuarenta kilos.
—Oh, bueno, supongo que tendré que esperar hasta que lleguemos al restaurante para usar el servicio, ¿verdad, osito mío?
Nick enarcó una ceja. ¿Osito mío? Ella tiró de su brazo y lo llevó hacia un lado, antes de que los pisotearan las hordas que salían. O que el oso que vigilaba la entrada les pegara un tiro.
—¿Estás segura de que la viste entrar? —preguntó Nick todavía con el pecho hinchado.
Miley le sonrió, incapaz de suprimir el impulso de acariciar ese torso inflamado y dispuesto a la confrontación solo por ella.
—Sí osito mio—respondió riendose.
—ha?..Entonces —miró los dedos de ella—, mmm, ¿qué hacemos ahora?
—Supongo que esperamos que Clarise salga o que la echen —bajó la mano al bolso.
—Buen plan.
—¿Tienes alguno mejor?
—bueno quiza - respondio nick tocandole el trasero a miley.
-NICK.
jjaskjakajkjs está bueno como se le ocurre correr con tacos de 10 cm kakjskasj me encantó
ResponderEliminarme encantoooo !!! espero el otro bye besos <3
ResponderEliminarOOOHH NENITAA MUUY LIINDA CORANN TE EXTRAÑOO BYE CORAZON BESINES GRANDISISISMOOSS
ResponderEliminarholaaaaaa mi hermosa princesitaaaaaa te re adoroo ame la noveee te re extraño mucho mucho.. y espero q estés bien!! un beso grande grande... =) hace mucho q n hablo contigo t en verdad te re extrañooo.. =(
ResponderEliminaraaaaaaaaaaaaa que talladita miley jejeje
ResponderEliminarsi no sabes que es talladita pregúntame jejej
otro otro
sube pronto siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
aaaaah! jaja kiiero el siguiente!
ResponderEliminarwiii jeje se me hace una nove tan aah no se jejeje!
ellos tan mmm frescos? aah jajaja
me encantaaa!
kiiero el siguiente!
plis! plis! plis! plis! plis!
kuidathe chik!
te kiiero! =D