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martes, 19 de julio de 2011

PASION EN EL EGEO CAP 31


Desde ese momento, miley supo que se llevaría bien con jerry. Siempre se había sentido a gusto con las personas que eran tan claras expresando sus puntos de vista. Nick era más complicado y más difícil de entender. Sin embargo, su abuelo había admitido que estaba arrepentido de haberse perdido la boda y haber molestado con su decisión a su nieto y a su nueva esposa. Estaba deseando conocer más a fondo a aquel hombre.

-¿En qué parte de la casa quiere que tomemos un café? -preguntó miley a jerry-. nick no ha tenido tiempo de enseñarme la casa.

-Si te parece bien, yo mismo te la enseñaré más tarde. Yo nací aquí y nick también -dijo Jerry y, dirigiéndola hacia una de las terrazas, añadió-. A esta hora, éste es el mejor lugar donde estar.

-Me parece perfecto.

Tomaron unos refrescos. Jerry le contó historias sobre la casa, que había pertenecido a su familia desde hacía generaciones. También le habló de su colección de coches y prometió invitarla a su casa para enseñársela. Antes de irse, Jerry la observó detenida mente.

-Está claro por qué le has gustado a mi nieto. Eres su Helena de Troya.

-Espero que nadie empiece una guerra por mi culpa -dijo miley sonriendo.

-No subestimes a nick-dijo jerry. Se le veía triste y apesadumbrado-. He visto cómo lo miras y me alegro de que lo quieras. Así es como debe ser.



Tres semanas más tarde, miley vio cómo entraba nick en la casa. Estaba sentada en el último peldaño de la escalera y eran las dos de la madrugada.

-¿Qué hora es ésta de volver a casa? -preguntó miley fingiendo estar enfadada.

-Hora de que estuvieras metida en la cama, señora jonas -dijo nick sonriendo y levantando la cabeza para mirarla.

miley comenzó a bajar las escaleras. Llevaba un camisón blanco.

-Te estaba esperando para meterme en la cama contigo -dijo ella con una mirada pícara. Él sonrió.

-Toma, esto es para el bebé -dijo él entregándole un paquete.

miley abrió la caja. Dentro había un pequeño tambor. Cada dos o tres días, nick llevaba algo para el bebé: un tren con sus vías, un oso de peluche, un sonajero,...

-¿Tienes hambre? -preguntó ella.

-Puedo dejar que me tientes -contestó él, pasándole el brazo por los hombros.

miley se preguntó si alguna vez llegaría a confiar en ella y dejaría de mostrarse tan duro. Quizás pretendiera protegerla de todo lo que estaba ocurriendo sólo porque estaba embarazada. El caso es que era evidente que estaba habiendo problemas en el Imperio jonas y nick no le había hablado de ello. Había eludido todos los intentos de miley para que compartiera sus preocupaciones.

Trabajaba dieciocho horas al día. El teléfono dejaba de sonar sólo cuando llegaba a casa después de la medianoche. Antes de las ocho, sus asistentes acudían a la casa a recogerlo y empezaban a despachar con él durante el desayuno. La tensión que se palpaba en el ambiente era una muestra de lo crítica que era la situación.

nick cerró la puerta de la habitación y la estrechó en sus brazos.

-Aunque no debería reconocerlo, me gusta que me esperes levantada -dijo acariciando su pelo-. Eres una mujer increíble. Todo te parece bien y no te has quejado ni una sola vez.

-¿Crees que todas las mujeres son unas caprichosas?

-Tus predecesoras lo fueron -dijo nick y dejó escapar un suspiro-. Voy a ducharme.

Tan pronto como se fue al cuarto de baño, miley abrió las puertas de los balcones y encendió las velas que había preparado. Dejó un par de mantas sobre los almohadones que había colocado en el suelo y sirvió una copa de vino para él. Comprobó que la bandeja con comida estuviera al alcance de la mano. Por último, se cambió de camisón y se tumbó sobre los almohadones.

Se quedó abstraída pensando en lo feliz que había sido desde que había llegado a Grecia. Aunque los asuntos del trabajo no les habían permitido pasar todo el tiempo que les hubiera gustado juntos, habían aprovechado al máximo sus ratos a solas. Se habían bañado en la piscina a primera hora de la mañana y habían cenado en la playa, escuchando el sonido de las olas al romper. A veces, miley se había acercado hasta la oficina para comer con él. Cada vez que nick había tenido un minuto libre, la había llamado por teléfono.

Durante su primera semana en Grecia, miley había estado arropada por la gran familia de nick. No había pasado un día sin que alguien la hubiera llevado a conocer la ciudad o de compras. Se había dado cuenta de lo mucho que apreciaban a nick.

Había congeniado muy bien con jerry jonas, quien a diario se acercaba a verla. A veces incluso la llevaba a cenar fuera.

nick volvió del baño con una toalla alrededor de la cintura. Se quedó sorprendido al verla allí tumbada.

-Theos mou, podrías seducir a un santo con esa mirada, thespinis mou.

-No hay ningún santo por aquí, que yo sepa.

-¿Me vas a dar algo de comer?

-Ya conoces las reglas.

-Y luego me darás un masaje, ¿verdad? -dijo nick y la miró con deseo. Se tumbó a su lado y tomó un trozo de pollo de uno de los platos-. Esto es un picnic muy sensual.

miley miró cómo comía. Él era lo más importante en el mundo para ella. Quizás nick no la amase tanto como ella a él, pero la hacía sentirse apreciada. Con él, se sentía una mujer atractiva y deseada.

Cuando acabó de comer, la tomó en sus brazos y la llevó hasta la cama.

-Sólo hay una cosa que quiero decir sobre lo que está pasando en tu trabajo y de la que no quieres contarme nada...

El rostro de nick se volvió serio.

-¿De qué estás hablando?

-Quiero que sepas que puedo vivir sin esta casa y todos sus lujos.

-Yo no.

-Claro que sí. Al final del día, esas cosas no tienen importancia.

-miley, capto el mensaje y te lo agradezco.

Pero no hay nada de qué preocuparse. Soy muy rico y tengo la intención de seguir siéndolo, pethi mou.

-Pero...

La urgencia de su boca la interrumpió. Besó su cuello e hizo que su cuerpo despertara a la atracción que sentía por él.

-Eres tan dulce... -dijo nick, acariciando sus pechos.

miley no pudo resistirse y se entregó a la ardiente pasión.

-Prométeme que comerás conmigo mañana. Es mi cumpleaños y quiero hacer algo especial. Quiero que comamos en algún sitio que no sea tu oficina.

-Yo me ocuparé de organizarlo, es lo menos que puedo hacer por ti.

Al día siguiente, la secretaria de nick la llamó para decir que la comida sería a la una. miley se visitó con sumo cuidado. Eligió un vestido color ámbar de lino que contrastaba maravillosamente con su piel y su cabello.

Llegó al restaurante antes que él y tuvo que esperarlo. Se estaba retrasando y trató de localizarlo en el teléfono móvil, pero lo tenía apagado. Llamó a la oficina y le dijeron que no estaba allí y que no tenían ni idea de dónde podía estar. miley sonrió. Seguro que lo había hecho para asegurarse de que no los molestaran mientras comían y que ya estaba de camino.

Los minutos fueron pasando lentamente. Seguro que ya no tardaría mucho, se dijo miley. Seguramente nick habría tenido que ocuparse de algún imprevisto y se había olvidado de su cita. Era su cumpleaños. Volvió a llamarlo al teléfono móvil sin éxito. Pasaban de las dos cuando decidió irse del restaurante con un nudo en la garganta y lágrimas en los ojos.

De vuelta a casa, la limusina se quedó atrapada entre el tráfico. Encendió la televisión para entretenerse y tratar de tranquilizarse. Estaban dando las noticias y no entendía nada de lo que decían. Apenas prestó atención a la pantalla hasta que vio a nick en ella. Estaba entrando en un edificio con muchas personas a su alrededor. De pronto, una mujer se acercó rápidamente hasta él y lo abrazó. Era selena gomez. A pesar de que estaba llorando, selena estaba muy guapa. Parecía estar feliz y nick no hacía nada por separarse de ella.

miley apagó la televisión. El teléfono de la limusina comenzó a sonar. Se quedó paraliza da mirándolo. Sabía que sería nick, pero no podía hablar con él después de lo que acababa de ver. Abrió la puerta y salió del coche.

nick la había dejado plantada el día de su cumpleaños para hacer pública su reconciliación con selena. Estaba segura de ello. A través de los miembros de la familia con los que había hablado, se había hecho una idea de. la relación que había habido entre nick y selena. Habían sido la pareja más admirada de la alta sociedad de Atenas: Jóvenes, ricos y guapos. Ambos provenían de familias influyentes. Su ruptura había sido seguida por toda la prensa y había mucha gente que creía que con el tiempo volverían a estar juntos.

¿Se habría reconciliado con selena? ¿Qué significado tendría lo que acababa de ver en la televisión? Ahora dudaba que nick le hubiera dicho la verdad aquella mañana que lo oyó hablando por teléfono cuando le dijo era con celina, la hija de joe, con la que estaba hablando. Quizás había sido tan tonta que lo había creído en un intento desesperado por no admitir la realidad.

1 comentario:

  1. wauu q triste el cap... pobre de Miley...un beso grande Tiff te keremos... :)♥

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