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martes, 12 de julio de 2011

TORMENTA DE AMOR CAP 5

CHICAS CAPI HOT HOT jajaja :)

La nieve que nick había colocado en su hombro se derritió por el calor que producían los dos cuerpos. miley sintió el agua helada cayendo sobre sus pechos y se apartó con un gemido. Solo el agua helada, pensó, podía haber roto aquel beso asombroso.
nick masculló una maldición y prácticamente saltó de la cama.
-Lo siento -dijo en voz baja, pasándose una mano por el pelo.
miley estuvo a punto de soltar una carcajada. Pero estaba demasiado excitada y demasiado atónita por lo que acababa de ocurrir entre ellos. Con los ojos clavados en el cuerpo masculino le dijo:
-Me has dejado de piedra, nicky.
Él la fulminó con la mirada.
-¿Qué quieres decir?
-Estás ahí, medio desnudo y más guapo que nunca...
-No digas tonterías.
miley estaba perpleja por la nueva imagen de su amigo de la infancia. ¿Su amigo? Un pedazo de hombre.
-No estoy diciendo tonterías.
nick volvió a mascullar una maldición mientras se acercaba a la cama.
-Siempre estás de broma -murmuró, tomando su camisa para secarle el hombro-. ¿Te encuentras un poco mejor?
Ella se dio cuenta de que la conversación lo hacía sentir incómodo y quería cambiar de tema.
Pero no iba a permitírselo. Sonriendo, alargó un brazo para acariciar aquel torso desconocido. Era todo músculo, cubierto por una suave capa de vello oscuro. No había en él un gramo de grasa, solo músculos esculpidos como los de un atleta, muslos largos, anchos hombros, una sólida erección empujando la suave tela de los calzoncillos...
miley, con la boca seca, volvió a sentir aquel cosquilleo en el vientre. Algo más que su hombro estaba húmedo.
-Vuelve a la cama -le suplicó.
-miley... -murmuró él, con voz ronca-. Deja de mirarme así.
Ella parpadeó, sorprendida.
-No me daba cuenta.
-Ya lo sé -sonrió él, tapándola con la manta hasta la barbilla-. ¿Has entrado en calor?
-Estoy ardiendo.
-Me alegro.
El roce de los labios masculinos había sido... un cataclismo. Tan maravilloso que quería más. Mucho más.
Eran amigos, se conocían y confiaban el uno en el otro. Ella lo deseaba y, a juzgar por el estado de sus calzoncillos o, más bien lo que había debajo de los calzoncillos, nick  también la deseaba.
¡nicholas jonas  la deseaba!
El accidente y la noche en la cabaña podrían ser lo mejor que le hubiera pasado nunca, mostrándole cosas en las que jamás se había fijado; cosas importantes.
Cosas que podrían cambiar su vida.
miley levantó la manta, sin dejar de sonreír.
-¿nicky?
nick se dio la vuelta, nervioso. Pero a ella le daba igual porque su trasero era tan excitante como su torso. Incapaz de contenerse, alargó la mano y le dio un cachete. ¡Todo músculo!
Él se volvió, de un salto.
-¡No hagas eso!
-¿Por qué? -preguntó ella, sorprendida.
-Porque no está bien.
De repente, su nicky empezó a pasear por la cabaña mascullando maldiciones. Y los movimientos hacían cosas... interesantes en su entrepierna. miley no podía apartar los ojos, pero tampoco quería que acabara pillando un resfriado. Entonces se percató de que los anchos hombros masculinos estaban cubiertos de sudor.
Y, de repente, ella también empezó a sudar.
-Te deseo, nick.
Él se detuvo, pero no se volvió inmediatamente.
-No es verdad. Es la situación... por eso piensas esas tonterías -miley iba a decir algo, pero nick levantó una mano-. No, escucha. Somos amigos. Buenos amigos, nada más.
-Tú me deseas -dijo ella entonces, mirando la evidencia.
nick apretó los dientes.
-Has estado con suficientes hombres como para saber que una erección no significa nada. Estamos solos en una cabaña, medio desnudos.
miley hizo una mueca de incredulidad.
-¿Estás diciendo que tendrías la misma reacción con cualquier otra mujer?
nick cruzó los brazos sobre el pecho.
-Sé que nunca me habías visto como un hombre, pero lo soy tanto como cualquiera. Y me excitan las mismas cosas que a cualquier hombre. Una mujer medio desnuda en la cama es una de ellas.
-Oh.
miley intentó darle sentido a lo que acababa de decir. ¿Era su forma de ser noble, de proteger su honor? ¿O realmente no estaba interesado?
nick volvió a la cama y se sentó a su lado. Los ojos castaños, que ella adoraba, estaban llenos de preocupación.
-Te quiero mucho, como amiga. Y creo que tú también me quieres, ¿no es así?
-Mucho -dijo miley. No tenía sentido negarlo. nick lo era todo para ella: mejor amigo, hermano mayor, protector y confidente-. Pero...
Él le puso un dedo sobre los labios.
-¿De verdad quieres estropear nuestra amistad haciendo algo que los dos lamentaríamos más tarde?
No la deseaba. Cerrando los ojos para disimular la pena, miley intentó sonreír. Su vida había cambiado con aquel beso y él se disculpaba, como si hubiera sido un error.
-De acuerdo, ya has dicho lo que tenías que decir -murmuró, con voz temblorosa-. He perdido la cabeza y ya está. Puedes volver a la cama. Prometo no meterte mano.
nick tardó unos segundos en decidirse, pero después se metió en la cama.
-Deberíamos dormir -sugirió-. Si no nos encuentran, mañana vamos a tener que caminar un buen rato.
Con un hombre tan grande pegado a ella, era imposible no ponerse nerviosa. Aunque el descubrimiento de la sexualidad de nick la había excitado, saber que ella no le gustaba como mujer hacía se sintiera incómoda.
-Bien.
nick emitió una especie de gruñido.
-Ven aquí -dijo, apretándola contra su pecho. Pero miley no podía relajarse. Seguía estando excitada y mientras él estuviera tan cerca, eso no iba a cambiar.
-No puedo -murmuró, apartándose.
De repente, sintió una punzada en el hombro. Le hubiera gustado ponerse a llorar... Lo deseaba tanto. Lo deseaba como nunca había deseado a un hombre.
¿Cómo era posible que nick no sintiera nada?
-miley -susurró él, intentando colocarla de nuevo sobre su pecho. Ella intentó apartarse, pero al apoyar las manos en el sólido torso, emitió un gemido de anhelo-. Intenta entender, cariño. Da igual que los dos deseemos...
-¡Tú no me deseas! Lo has dicho antes.
nick dudó un momento.
-No era verdad.
El corazón de miley dio un vuelco. Y su estómago también. “No era verdad”. En lugar de apartarse, se acercó más, llena de esperanza y de deseo. Acariciando el peludo torso con la nariz, respiró su aroma: una mezcla a hombre, colonia y... nick, el chico al que había querido siempre, pero al que nunca antes había visto como amante.
Qué tonta.
Emocionada, abrió la boca para saborear su piel y lo mordió suavemente. Quería comérselo.
nick emitió un gemido.
-miley, estate quieta.
Pero no podía. El deseo era demasiado fuerte, como una droga. Estaban tan cerca, tan calentitos... Levantó un brazo para pasárselo alrededor de los hombros y aplastó sus pechos contra el torso masculino, el contacto aumentando el cosquilleo.
-nicky, por favor. Por favor...
Él parecía haberse quedado sin respiración. Pero entonces, con cuidado, la colocó de espaldas. Y tomó su boca, consumiéndola, robándole el aliento. miley no podía dejar de moverse contra él, buscando, deseando... Una enorme mano masculina cubrió sus pechos y ella ahogó un gemido. El hecho de que el hombre que la tocaba, que la deseaba, fuera nick lo hacía increíblemente erótico, increíblemente sensual. Él acariciaba sus pezones sabiamente, sin dejar de comerle la boca. Cuando deslizó la mano hacia abajo para meterla entre sus piernas, estaba loca de deseo.
-No va a pasar nada -dijo él en voz baja. miley no entendió, pero daba igual. Los largos dedos se movían sobre sus braguitas de seda, acariciándola, preparándola-. Mi niña... Ya casi estás.
Ella levantó las caderas, sujetándose a los brazos del hombre. El dolor en el hombro, olvidado, relegado por un placer tan grande que la hacía perder la cabeza.
-nicky...
Le encantaba decir su nombre, sentir que estaba con él.
-Abre las piernas, miley -le ordenó nick.
Mientras hablaba, le daba besos en la cara, en la garganta, en los pechos. Ciega, reaccionando solo por deseo, abrió las piernas. Quería que la tocase, no sentía ninguna timidez, con nick no. Él emitió un sonido de aprobación, un gruñido que la excitó aún más.
nick levantó un poco la mano para meterla dentro de las braguitas. La abrió suavemente y metió dos dedos dentro de su húmeda cueva. Al mismo tiempo, mordisqueaba uno de sus pezones a través de la tela del sujetador.
El asalto era devastador y miley dejó escapar un gemido de placer, levantando las caderas para recibirlo.
-Tranquila. No te hagas daño en el hombro -susurró él. Intentaba moverse, pero nick  la mantenía cautiva-. ¿Así te gusta?
nick deslizaba el pulgar por su diminuto capullo. Sentía sus labios cerrándose sobre el pezón, la fricción de los dedos entrando y saliendo de ella. Y el pulgar, apretando, acariciando, exigiendo...
Ningún otro hombre le había dado tanto placer. Ningún otro hombre era nick.
Ella lo miró, atónita. Y entonces cerró los ojos y tembló violentamente al sentir las voluptuosas contracciones del orgasmo.

3 comentarios:

  1. oohh como sabes que amoo los capii hotss ehh
    jejej me super ultra encantho sis ahhh espero pronthoo el siguienthe coraaxoon no tardes y ya no ted desasparesacas me saludas a JV.

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  2. ohhh!!sis lindo capi me re gusto espero el próximo... un besho!

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  3. aaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhh!!!!! jejejejejeje waaaauuuu !!! super Hot jejeje te kiero mucho princesa espero q subas mas cap.. un besho t keremos.. :P

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